sábado, 21 de enero de 2017

Un ladrón viene a verme: Decretazo de las cláusulas suelo

Hoy quiero explicarles lo que no se cuenta en las noticias: ¿Qué esconde el Decreto sobre las cláusulas suelo?
Vamos a empezar por el principio que es por dónde se debe de comenzar siempre: 
         
        Hace unos meses, casi un año ya, cuando los jueces de nuestro país, entre ellos los de la Audiencia Provincial de Alicante, decidieron preguntarle al Tribunal Europeo que qué hacían con las cláusulas suelo, si devolvían el dinero, desde cuando, qué efectos tenía su nulidad, etc, esas cosas que se esconden en los tecnicismos y que los ciudadanos de a pie no entendemos porque parece que se expresen en otro idioma, Europa, muy educada ella, tras la consulta realizada vino y le preguntó a nuestro gobierno: - Oye, ¿ qué opináis sobre las cláusulas suelo que han impuesto vuestros bancos a vuestros consumidores, por la espalda, como si de una puñalada trapera se tratara? ¿Qué solución pensáis darle a los consumidores?

Y nuestro Gobierno, muy calladito, a lo bajito, para que no le oyeran sus ciudadanos, pero por escrito,  le dijo: Ah no! Aquí los bancos no han engañado a nadie! El que quiera su dinero que se vaya a los juzgados y si le dan la razón sólo se les puede devolver algo de dinero pero desde mayo de 2013 y además lo tendrán que tributar aunque el banco sea el responsable.

El Tribunal Europeo que toma nota de ello, decide preguntarle al Abogado Europeo (entre otros, dado que también le pregunta al resto de países europeos) y éste le dice: Si hay que devolver dinero que lo sea desde mayo de 2013 (se desconoce bajo qué situación dicho Abogado se soltó aquello pero los que estamos metidos en todo este asunto nos quedamos boquiabiertos).

 Que nuestro Gobierno le diera la razón a los bancos e intentara protegerlos no es algo que nos cogiera de susto, pero que lo hiciera el Abogado Europeo, aquello si que nos dejó perplejos, menuda patada a la Directiva 93/13 (de la que luego os hablaré).

      Es decir, queridos ciudadanos, por aquel entonces a nuestro Gobierno le importábamos un pepino (ahora le seguimos importando lo mismo)  e hicieron lo posible para que los bancos no nos devolvieran ni un céntimo si no pasábamos por un juez y limitando en el tiempo las cuantías.

El Tribunal Europeo, mientras tanto, con todo sobre la mesa y anunciando que se pronunciaría a finales del año 2016, se puso a divagar. Me los imagino allí todos sentados y pensando: ¡Pobres españoles! ¡Trabajando para engordar a los ricos y ellos cada vez más pobres! Pero es que el Gobierno español no se ha leído nuestra Directiva 93/13? - Es que en ese Gobierno hay alguno que no sabe ni lo que es una Directiva.- Se escuchó decir. ¿Y el Abogado? ¡Menuda vergüenza estamos pasando! Y ahora ¿qué hacemos? Si le damos la razón al Gobierno español y al Abogado nos estamos desdiciendo de nuestra gran Directiva 93/13, y eso no lo podemos hacer, nos guste más o nos guste menos, le tenemos que dar la razón a los consumidores!

Y voilá! Sentencia que nos vino con gran alegría el 21 de diciembre de 2016. Todos nerviosos. El Gobierno nervioso. Los bancos nerviosos. Los consumidores como locos llamando a sus abogados: ¿y ahora qué? ¿y ahora qué? Pues ahora lo esperado, vamos a sentarnos para ver venir la solución del Gobierno que va a ser más o menos como cuando Europa le preguntó por primera vez sobre qué hacer con las cláusula suelo. Los consumidores nos vamos a comer "un ful de Estambul".


Y efectivamente el Gobierno dijo: Vamos  a hacer una ley, a través de proposición de ley,  para que entre todos podamos ir perfilando las necesidades de los consumidores (de los consumidores, dice, jajajajaja, qué bueno!) y llegaron los bancos y dijeron: No, no, no, proposición de ley no! Si hombre! Para que venga aquí todo el mundo a opinar y no se haga lo que nosotros decimos, no, así no, hay que hacerlo por Real Decreto, que entra en vigor al día siguiente y así no le da tiempo a nadie a quejarse.


Y así fue, nace el Real Decreto, aprobado en el día de ayer  y que entra en el día de hoy en vigor. 
Ahora, que ya lo tenemos sobre la mesa, voy a contarles que es lo que pienso de dicho Real Decreto:

En primer lugar, me parece un atraco a mano armada. Fíjense en algo muy curioso, es el propio Banco (el que ha estado robándole su dinero a través de los intereses cobrados) el que le va a hacer un cálculo de lo que le ha robado. Sorprendente ¿no? Es como si me entran a casa a robar y el ladrón me llama y me dice: Oye Celia, vente para mi casa que te voy a decir lo que te he robado y luego te digo también lo que te devuelvo y lo que no. ¿se imaginan? Pues es algo tal que así! El Banco hace los cálculos y el banco decide si usted era capaz de entender la cláusula suelo o no, él decide si le devuelve dinero y cuánto le devuelve. Pero usted está viendo las noticias  y piensa que qué gran idea ha tenido el Gobierno y por fin va a recuperar lo que es suyo.

A todo esto, también le digo, que si usted decide entrar en negociación con el banco ya no puede reclamar en el juzgado hasta que termine el procedimiento (no haciendo mención alguna a un posible plazo de prescripción o caducidad), es decir, si a usted se le pasa entonces el plazo para reclamar judicialmente pues se fastidia, no haber firmado con el banco! Eso sí, si finalmente decide ir al juzgado porque no le gusta la solución que le ha dado el banco, cuidado! Que es el propio Real Decreto el que le dice como se va a gestionar el tema de costas.Si el juzgado le da la razón pero le reconoce menos cantidad será usted quien pague las costas, es decir, le pagará al abogado y al procurador del banco.  En España tenemos una Ley (orgánica) que está por encima de cualquier tipo de Real Decreto que procede a regular el tema de las costas, pero eso al Gobierno le da igual, él llega y dice que aquí estoy yo y mandan mis h**vos porque soy más chulo que un ocho y ahora voy a regular también como se impondrán las costas. A mi entender es una coacción con todas las letras. Pero no es la única coacción que se puede encontrar, no,no, resulta que si el Banco decide devolverle algo de dinero le dará varias opciones:

-          Le doy el efectivo y entonces tendrá usted que tributarlo en hacienda o
-          Se lo descuento del capital que le queda pendiente y entonces no tributa a Hacienda. (otra coacción ¿no?)

Pero lo curioso, más allá de la coacción es: ¿y los que ya han pagado la hipoteca y no les queda capital por amortizar? A esos no les queda otra que comérsela con patatas! Es decir, el banco me roba, me devuelve lo que le da gana y encima llega Hacienda, por otro lado, y también me lo quita! Es un chiste ¿no? No, no lo es. Es España. 

Claro que para esto tenemos que hacer una reforma en la Ley General Tributaria y como somos muy chulos (el Gobierno) lo hago a través de un Real Decreto y me quedo tan ancho. Pero esperen que no he terminado, para el caso de que se opte por la reducción de capital dicha reducción habrá que hacerse ante notario e inscribir en el registro de la propiedad y ¿a qué no adivinan quién tiene que asumir esos gastos? Exacto! El consumidor! Premio! Pero eso sí, el Gobierno ha dicho que tendrá que pagarse el mínimo de arancel, tanto  al notario como al registrador. Ha sido todo un detalle. En este caso me pregunto si es que el gobierno se ha olvidado también de la Sentencia del Tribunal Supremo de 23 de diciembre de 2015 que declara que los gastos de escritura y registro debe de asumirlos el banco, y no, no es que se haya olvidado, es que sabe que por ley le corresponde al Banco pero decide obligar al consumidor a que asuma dichos gastos a través del presente Real Decreto y así se cura en salud de unas posibles reclamaciones frente a la entidad bancaria.

Y todo esto, Señoras y Señores, no lo cuentan los medios de comunicación.

Me he leído el Real Decreto unas 100 veces y cada vez encuentro algo distinto, en la última lectura me quedo con lo siguiente:
En este sentido, es importante resaltar que la medida trata, además, de evitar que se produzca un aumento de los litigios que tendrían que ser afrontados por la jurisdicción civil, con un elevado coste a la Administración de Justicia por cada pleito y un impacto perjudicial para su funcionamiento en forma de incremento sustancial del tiempo de duración de los procedimientos.

¿Evitar que se produzca un aumento de litigios? ¿elevado impacto coste a la Administración de Justicia? ¿impacto perjudicial para su funcionamiento? ¿Ha olvidado nuestro Gobierno cuando los bancos se pusieron a colapsar los juzgados con sus procedimientos de ejecución hipotecaria para echar a las familias de su casa en época de crisis al no poder hacer frente a la hipoteca? ¿no colapsaron los bancos los juzgados y nada se dijo ni se hizo al respecto? ¿de dónde cree el Gobierno que se acabaron descubriendo las cláusulas suelo? De los abogados que nos dedicamos a defender a las familias que el banco decidió echarlos de su casa  y nos encontramos con este tipo de cláusulas, entre otras, que violan claramente los derechos del consumidor. Es gracioso que ahora el Gobierno piense en “el colapso” en los juzgados pero no lo hizo cuando los bancos lo colapsaron, no lo hizo cuando Europa le preguntó sobre estas cláusulas y se posicionó hacia los bancos, no lo hizo cuando miles de familias, angustiadas, pedían otra oportunidad para quedarse en su casa. Vergüenza es lo que siento mientras escribo esta últimas palabras.

Querido Gobierno, si realmente quiere un trato justo y objetivo, ponga a disposición de los bancos y consumidores un órgano independiente y objetivo que sea el que proceda a calcular las cantidades a devolver, ponga al frente a especialistas en Derecho (jueces, fiscales, Abogados de la Administración de Justicia….) a especialistas en economía, a especialistas imparciales, que se encarguen de comprobar los documentos y la situación personal de cada uno de los consumidores que han tenido que soportar dicha cláusula (entre otras), ponga un mecanismo “de verdad”, serio, imparcial, objetivo, haga algo con cabeza por una vez, haga algo, por una vez, por sus contribuyentes.

Por último, para “las malas lenguas” que intentan hacer creer que los que nos quejamos de este Real Decreto es porque nos conviene que se lleve en los juzgados debo de recordarles que en este país existe la justicia gratuita y que todos tenemos derecho a un abogado de oficio, no es el dinero lo que impulsa este movimiento, es la impotencia de ver crecer una injusticia más.

No me digan que les parece normal que un director de banco, sin conocimientos en economía, Derecho, normas legislativas, va a decidir qué le devuelve y que no, esto es de risa. 

Espero que las asociaciones en defensa de los consumidores se pongan "manos a la obra" como yo le he hecho y que entre todos consigamos que este Real Decreto cumpla con los requisitos objetivos que se requiere. Ya he presentado mi solicitud de recurso de inconstitucionalidad. Les iré informando.