Nuestros
mayores salieron a la calle, y nosotros, los que aún no somos “mayores”, nos quedamos
mirando desde el sofá. Anclados a nuestros teléfonos.
Nuestros “mayores”
son aquellos que han currado toda la vida para que les quede una pensión de
mierda que no se ve revalorizada así pasen los años. Gracias a ellos se ha
hecho la hucha de la pensión. De la que se ha “tirado” para invertir en otras
cosas que este gobierno ha considerado más importante. Pero no hagamos política
de lo que es política y de lo que nuestro gobierno actual ha hecho política
cuando estaba en la oposición, (resumen de las palabras de nuestro presidente
tras las manifestaciones de los pensionistas) y es que, en realidad, no vengo, a través de estas palabras, a quejarme del gobierno de mierda que actualmente tenemos, ganas no me faltan, y
motivos tampoco, en realidad me quejo de nosotros, de los “no mayores”, de los
que nos quedamos mirando, de los que nos creemos “escritores” por un twitter que ha tenido gran
acogida, o que somos “la hostia” porque tenemos un número que sobrepasa los tres dígitos de amigos
en el Facebook, molamos un montón, eso nos hace sentirnos extraordinarios, especiales, un “crack” y en realidad, parecemos imbéciles.
Gracias a nuestros mayores, nosotros podemos acudir
a jornadas completas de trabajo porque son ellos los que se ocupan de nuestros
hijos. Los llevan al colegio, los recogen, los llevan al parque, les dan de merendar, de comer, de cenar, y luego llegamos y decimos: "es que el niño me estresa!", y claro, a uno le dan ganas de preguntarse ¿cuando? ¿en qué momento? Si cuando no están en el colegio están con los abuelos!. Pero aún así: estresan. Y cuando llega el período de vacaciones escolares andamos contando los días para que vuelvan al colegio y con los abuelos, porque nuestros hijos, a nosotros, nos estresan, pero a lo abuelos no, porque "los abuelos" están hechos de otro material, o eso pensamos.
Y es que gracias a "nuestros mayores" hemos podido pagar en más de una ocasión
la hipoteca, los libros de los peques, la luz, el agua, la comida de la semana, porque mientras
nosotros, los no mayores, no tenemos trabajo, y nos pasamos de esquina en esquina lamentando esa falta de trabajo y adoptando la postura del "rey destronado", nuestros pensionistas nos ayudan
con esa paga mensual que tantísimo
esfuerzo les ha costado conseguir. Esos abuelos, que
no ejercen como abuelos, sino como mucho más: como padres (otra vez). Porque en la
sociedad en la que vivimos es imposible la conciliación familiar, o eso nos han
hecho creer. No olvidemos que nuestros mayores han trabajado toda la vida, y yo estoy
aquí, me refiero a que la conciliación familiar también era difícil por aquel
entonces, pero el esfuerzo era mayor o al menos, los mayores de ahora, por
aquel momento, no creían que los mayores de entonces tenían la obligación de
cuidar de los nietos como si fueran hijos.
Hemos cambiado, nos hemos vuelto mucho
más egoístas, nos hemos creído con el derecho de que nuestros mayores tienen
que invertir todo su tiempo (y su
dinero) en nuestras necesidades, sin importarnos las suyas. Mientras nos
mantenemos en esa creencia, han sido nuestros mayores los que han salido a la
calle para manifestarse por una injusticia a todas luces, yo no he salido, y tú
tampoco, nosotros, los que nos creemos
con el derecho de su tiempo, nos hemos quedado en el sofá, viendo la
televisión, como siempre, o la queja se ha hecho desde las redes sociales. Creemos que no es cosa nuestra, que no nos afecta, como si con nosotros
no fuera la cosa. Vaya idiotas estamos todos hechos ¿es que acaso no queremos
tener una pensión digna cuando llegue el momento? ¿Por qué no hemos salido
junto a ellos a manifestarnos? Porque nos puede el egoísmo. !Qué vergüenza! ¿Qué
le digo a mis hijos? ¿Qué esa lucha no es nuestra? Qué gran error, claro que es
nuestra! Es nuestra lucha, es la de todos! Somos tan miserables que hemos sido incapaces de acompañarles en este combate, pero seguramente, mañana les llamaremos para que nos recojan al niño del colegio o para que nos ayuden con la factura de la luz. Los hemos abandonado, los hemos dejado solos en un momento tan importante, y lo que más tristeza me provoca, lo que más vergüenza me suscita, es saber que ellos jamás lo hubieran hecho.
Ya quisiéramos los “no mayores”, de
ahora, tener “los cojones” que tienen nuestros mayores, ya quisiéramos hacer el
esfuerzo económico y de paciencia que hacen ellos. Ya quisiéramos ser
capaces de quejarnos donde se nos oye de verdad y no en las redes sociales. Mientras
nosotros nos quedamos inmóviles junto a un teléfono, nuestros mayores hacen lo
que han hecho siempre: salir a la calle y pelear por lo que es suyo, con los “santísimos cojones” que a todos
nosotros (los no mayores) nos faltan.
No te olvides que los que más vamos a perder el poder adquisitivo de las pensiones, no son ellos, somos nosotros, sus hijos, nuestros hijos, no te quedes mirando y sal con ellos a pelear por algo que no sólo les afecta a ellos, nos afecta a todos. Por nuestros mayores, por nuestros abuelos, por nuestro ejemplo.