lunes, 8 de octubre de 2018

Con "Q" de "Querencia" (de Valsaín)


¿Qué es querencia?
Una querencia tengo por tu acento, una apetencia por tu compañía……..
Ay querencia! El magnífico Miguel Hernández podría hablarnos tanto sobre ella…, pero dada la ausencia del gran poeta,  me voy a tomar el privilegio de ser (yo) quién les ilustre.

Querencia es originalidad, belleza, confort, descanso, paz, conexión, amabilidad, armonía. Querencia es hacerte adicto a ella, quieras o no quieras. No les miento, una vez lo conoces ya no puedes evitarlo, te atrapa, sólo piensas en permanecer en tan admirable punto un “ratito” más.  Querencia es otra estancia, otro mundo, otra pasión más a la que engancharse.   La Querencia de Valsaín no es sólo el cariño que uno le llegar a tener, no, La Querencia de Valsaín es mucho, mucho más. Lean y comprenderán mis palabras:
Todo comienza en la insistente necesidad de disfrutar de una más que merecida tranquilidad, unos momentos que nos alejarán de la informática sociedad en la que todos los días escrupulosamente nos desenvolvemos. Iniaciamos rumbo hacia la Querencia de Valsaín, una casa rural inmersa en la localidad de Valsaín, ubicada dentro del Real Sitio de San Idelfonso, y perteneciente a la provincia de Segovia. Una hermosa localidad rodeada de inimaginables paisajes y próximo a una época ya olvidada. Corre que te corre y allá que nos dirigimos con todas las ganas habidas y por haber de disfrutar de esa aclamada desconexión del mundo artificial. Y si bien es cierto que  el camino fue largo, mereció la ardua espera dado que el recibimiento fue de lo más gratificante. Les contaría tantas cosas….al adentrarnos en aquel lugar todo se convirtió en una sensación de acogimiento, con todo tipo de detalle. Familiar, cercano, allegado, entrañable. Tranquilidad por doquier. Las habitaciones no están designadas a través de números si no que se procede a utilizar la letra “Q” con distintos signos de puntuación que consiguen discernir cada una de las estancias. En mi caso la “Q” puntuada, lo era a través de los puntos suspensivos (…), es decir, mi habitación era la “Q…”  (no es genial?) y  a través de su ventana te mostraba la maravilla de la sierra. Ese olor matutino a naturaleza, ese aire pulcro hinchando lentamente los pulmones, esa sensación de emancipación. El resto de habitaciones se llamaban: “Q:” o “Q;” o “(Q)”. Y es que este tipo de detalles a muchos de nosotros nos parecen, cuanto menos, formidables, sepan ustedes que allá donde hay originalidad, hay ingenio, y el ingenio, créanme es muy gratificante, tanto para el que lo tiene de forma innata como para el que lo disfruta de forma colateral. El ingenio es amor. 
Creo que no tengo palabras, todas se me quedan cortas, para poder describirles qué personas están al frente de tan maravilloso lugar. Me van a perdonar el atrevimiento, pero deberían de ser ustedes mismos los que comprueben la magnitud en cariño, humildad, y servicio que podrán encontrar durante su estancia, y todo ello a través de unas personas que han cargado de ilusión, energía, agudeza, capricho y aventura un alojamiento para ser disfrutado de punta a punta sin dejar un solo rincón por explorar. No hay igual.  Creo que la vida ha querido ponerme en mi camino una serie de estancias (y de maravillosas personas) para que sean transmitidas y recordadas hasta el final de mis jubilosos días
Y hasta aquí les puedo leer, que no por ello quiero decir que esto sea lo único que les puedo contar, nada más lejos de la realidad, podría contarles muchísimo más, pero no les vaya a fastidiar la sorpresa, no me perdonaría el llegar a descubrirles todo el deslumbrante encanto que allí podrán hallar.
Una pequeña pista sí les voy a regalar antes de ultimar estas palabras dedicadas a la querencia. Y es que al finalizar su estancia allí, recibirán un gustoso detalle que les arrancará una sonrisa. Jamás en mi vida había recibido tan ocurrente particularidad, pero esto, como ya les he dicho, tendrán que descubrirlo por ustedes mismos y será justo al final de tan maravillosa experiencia. De camino a casa. 

Tienen que venir. Hagánme caso. La Querencia de Valsaín les va a dejar huella. Déjense querer porque “la querencia” es fascinante y le adentrará en una aventura llena de paz y sosiego. Disfrútenla.

A Manuel y Juan por su gran acogimiento. Eternamente agradecida.  


P.D. La imagen que les adjunto es uno de los detallitos que La Querencia tiene con sus huéspedes. Para los amantes de la lectura (como yo) lo vemos todo un "detallazo". Un separador de libro siempre nos viene como anillo al dedo.

2 comentarios:

  1. Estimada Celia, gracias por tu mirada tan generosa. Cuando comenzamos este proyecto lo único que teníamos claro era nuestra pasión por Valsaín. Queríamos compartir esta "querencia" creando un espacio sencillo y cómodo. Lo que no esperábamos ocho años después es encontrar cada semana personas absolutamente fantásticas que disfrutan desde el primer momento nuestra casa y la convierten en algo mucho más especial. Tus palabras nos animan a continuar la aventura. Hasta pronto.

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  2. No tengáis duda alguna de que habéis creado un lugar especial en el que las sensaciones afloran cada segundo en él. Me bombardean a preguntas sobre vuestra maestral creación, ya les he dicho que tienen que ir a descubrirlo. Un placer. Hasta pronto!

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