Lo cierto es que cuando empecé a escuchar
todo aquello del Pokemon Go como un
videojuego o una aplicación tuve que ponerme muy al día. Supongo que en la
época en la que daban esa serie de dibujos por televisión yo ya estaba
interesada en otro tipo de asuntos y nunca me paré a ver un solo capítulo. Si
este videojuego hubiera estado centrado en la Bola del Drac, ese sí, de ese sí
que podría hablarles y mucho! sabría explicarles todos y cada uno de los
personajes, es más, así es como servidora consiguió entender el dialecto del
Valenciano. En mi época aquella serie de dibujos la echaban por Canal 9 y era
en Valenciano. Esa serie nos apasionaba tanto a mi hermana como a mí, por
lo que aquello hizo que sin “comerlo ni beberlo” acabáramos dominando el valenciano
(como dialecto) como si de nuestra lengua materna se tratara.
Por otro lado he de decirles algo: No sé lo
que es un pokemon, no sé para qué sirven, no sé qué relevancia tiene tener un
pokemon tras otro. No sé si son animales o robots o una mezcla de ambos, no sé
si tienen superpoderes o cambian de color, no sé si derivan de los gremlins o
de un bosque, lo que sí les puedo decir y lo que sí sé son las consecuencias “penales”
que he estado viendo a través de esta
moda o fiebre del Pokemon Go.
El otro día estaba comiendo con unos amigos y
en mitad de conversación se comentó que uno de ellos tenía un pokemon en su
casa. Aquello me llamó la atención y pregunté: ¿pero ese pokemon sólo lo ves tú
o el resto que tenga la aplicación también lo ve en tu casa? Aquello se
convirtió en una tema largo y tendido de conversación, ya no sabíamos si por desconocimiento de cómo
funciona el dichoso videojuego o porque al final siempre acabo decantándome por
lo “legal” y termino siempre en ese punto.
Lo cierto es que aquello me hizo pensar, así
que me puse a buscar, y como siempre digo, el que busca encuentra y yo encontré.
No se puede (al menos no se debe) entrar en
una propiedad privada sin autorización para cazar un Pokémon. Sí, aunque usted tenga una aplicación llamada Pokémon Go y una imperiosa necesidad de proceder a la caza de los mismos no puede entrar dónde le venga en gana única y exclusivamente por encontrarse un pokémon en ese lugar, el pokémon go no es una entrada, ni una llave ni una autorización.
Muchos de los sitios en los que usted puede avistar
un Pokemon son propiedad privada aunque abiertos al público como restaurantes o centros comerciales. Si bien, parece
ser que la compañía que ha decidió crear la aplicación del Pokemon Go ha indicado que no los situará en viviendas lo cierto es que se han dado casos en que ha aparecido en casas particulares, ejemplo
de ello es en casa de “mis amigos” como ya les he comentado, pero es más, parece ser que en Youtube, un
señor de México aparece echando de su propiedad a varios jugadores que
pretendían cazar pokémon que se encontraban allí. 30.000 visitas en 24 horas. Prueben
a ponerlo en el buscador de google y verán que lo que les digo es cierto. Los
pokémon aparecen en propiedades privadas y no existe justificación alguna para
entrar en dicha propiedad sin el requerido permiso. De no tener ese
permiso estaríamos cometiendo un delito de allanamiento de morada tipificado en
el artículo 202 del Código Penal y que puede ser castigado con nada más y nada
menos que la pena de prisión de 6 meses
a dos años , eso sin tener en cuenta que no se os ocurra entrar
rompiendo alguna ventana o saltando algún tipo de valla, donde la pena sería mucho mayor. Les recuerdo que un
jardín o una parcela constituye morada.
Los sitios públicos cuando están cerrados
dejan de ser públicos y son privados. Mi despacho es público, pero cuando cierro la puerta y me marcho después de la jornada diaria, es un sitio privado. Si usted se mantiene en un sitio público
cuando está cerrado está incurriendo en el mismo delito.
He visto a gente intentando cazar pokémon mientras conducía. Como está leyendo.
Increíble pero cierto, esta fiebre es altamente peligrosa, se dice que es una
moda que ha conseguido evitar el aplatanamiento pero de ahí a llegar a realizar
conducciones temerarias por conseguir un pokémon va una diferencia bastante
notable. Si usted quiere conducir cazando
pokémon váyase a un sitio dónde únicamente peligre su integridad física y ya
decide usted qué quiere hacer con ella, pero por respeto al resto de seres
vivos le sugiero, que si está usted conduciendo por zonas comunes, este atento a
la conducción y déjese los pokémon para cuando esté usted fuera de un volante, y ello por respeto a la integridad física del resto de seres vivos.
La pena prevista para este tipo de
conducciones es de prisión de seis meses
a dos años, además de la privación del derecho a conducir vehículos a motor y
ciclomotores entre 1 y 6 años. Y si la conducción además de temeraria se ha
producido con manifiesto desprecio por la vida de los demás, la prisión puede
llegar a los cinco años, además de una multa y privación del permiso hasta diez
años.
Lo mejor que he oído es la pretensión de algunas
personas que han ido caminando por la calle y se han caído por estar pendiente
de la pantalla a la hora de cazar un pokémon, y con esa caída la pretensión de
una indemnización, como si el motivo de la caída fuera el mal estado de una
acera. Oiga, que la diligencia debida a la hora de caminar es una obligación,
si va usted mirando una pantallita no puede pretender que si se cae, además se
le indemnice por ello.
Unido a todo lo que les he relatado hasta ahora, existe también una serie de vulneraciones al derecho a la imagen cuando muchos de
los que practican esta “moda” se deciden
a subir capturas de pantallas y aparecen personas e incluso menores, en las mismas y se suben dichas capturas a las redes sociales, como si no pasara nada. Es claro
que la sociedad no es consciente de hasta donde puede llegar una foto una vez
se ha subido a las redes sociales, y bueno, si es de una persona adulta, la
misma sabrá hasta donde quiere o puede defenderse, sin embargo, cuando hablamos
de menores, nos encontramos en un umbral totalmente distinto dado que los mismos se encuentran totalmente desamparados. Cuidado con esas
capturas, cuidado con que aparezcan menores en ellas, porque si alguno de esos
menores forman parte de mi familia le aseguro que tendrá un problema y muy
grande, el derecho de imagen de los menores (entre otros muchísimos derechos
más) es de lo más valioso pero la gente parece no entenderlo y se lo toma a “juego”
como esta “moda” del pokemon. Diviértase pero siempre con respeto.
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