¿Qué son las tarjetas revolving?
No creas que es una modalidad nueva que ha salido ahora o que es una tarjeta
que lleva incorporada un revólver o algo así, no, no, este tipo de tarjetas son
nada más y nada menos que las tarjetas de crédito de toda la vida.
Son esas tarjetas que tienen un límite de crédito, del cual se
hace uso. A final de mes se paga una cuota fija (que incluye los
correspondientes intereses) o el 50% de lo gastado o conforme hayamos pactado
con la entidad que nos ha ofrecido la tarjeta de crédito. Este tipo de tarjetas tienen un pago mínimo establecido en el 3% del crédito solicitado. Al tiempo que vamos saldando la deuda, el
dinero vuelve a estar disponible para poder hacer disposición de él.
¿Dónde está el truco? Los
intereses y las comisiones.
Normalmente este tipo de tarjetas llevan unida
una letra pequeña que nadie nos explica y que no leemos (porque es ilegible
dado el minúsculo tamaño de la misma).
Los intereses son desorbitados y
han sido declarados nulos por más de un juzgado, ello conlleva a que si tenemos
una Sentencia que nos diga que esos intereses son abusivos y que no proceden,
las cantidades que hemos pagado bajo ese concepto, el de intereses, deberá de
imputarse al crédito dispuesto. Es decir todo lo que hemos pagado habrá sido en concepto de devolución de capital. Hemos llegado a tener sentencias donde la
entidad ha sido la que ha tenido que abonar a nuestros clientes dinero como
consecuencia de haber pagado mucho más que el crédito dispuesto.
Unido a ello, nos encontramos con
altas comisiones por descubierto, que suele rondar unos 30€ y también
existen muchísimas sentencias que la declaran nula, lo que hace que efectivamente
la entidad tengo que imputar todas y cada una de las comisiones que han sido
indebidamente cobradas, al crédito dispuesto
y acaba ocurriendo lo mismo que con los intereses, al final la entidad
bancaria, termina pagándonos a nosotros por el uso de unos intereses y
comisiones abusivas.
Pero no nos quedamos aquí. En este
tipo de tarjetas, se suele cobrar un interés distinto según procedas a la
realización de compras con tarjeta, disposición de efectivo o transferencias
dinerarias. Dependiendo de la operación
que realices te cobran un interés u otro, y esto, no te lo explica nadie cuando
procedes a su contratación. Como ya les he dicho se encuentra en la letra
minúscula que ni usted ni nadie es capaz de leer, pero estar está.
Los intereses en este tipo de
tarjetas suele rondar entre un 20% y un 29%. Pero no es que ese interés ya sea
abusivo de por sí, es que además la fórmula de cálculo de eses interés tiene “trampa”
y se lo voy a explicar con un ejemplo muy sencillo:
Imaginemos que sacamos un préstamo, normal y
corriente, de 1.000€ con un interés al 20% y lo vamos a devolver en un plazo de
12 meses. Al final tendremos que pagar 1.200,00€ (1.000€ de capital + 200€ de
intereses). Al mes, tendremos que pagar
100,00€ (1.200,00€ dividido entre 12
meses).
Ahora imaginemos, que en lugar de hacerlo a través de un préstamo lo hacemos a través de una tarjeta de crédito, una tarjeta revolving, con un crédito de 1.000,00€
(como en el ejemplo anterior) y un interés del 20%. Aquí, la diferencia es que no tenemos un
plazo para devolver ese dinero, no se fija un plazo de 12 meses sino que
tenemos la opción de elegir una cuota fija mensual (con un mínimo del 3% de la
deuda). Es decir, como mínimo, puedes pagar 30€ al mes que en realidad es un
pago muy cómodo ¿no les parece? Cualquier estaría encantado cuando la cantidad a pagar al mes es tan pequeña!
Pero no nos engañemos, vamos a sacar números:
El primer mes pagamos esos 30€ de
cuota mínima, por lo que se supone que la deuda que tenemos, en el próximo mes será de 970,00€, es
decir los 1.000,00€ que he dispuesto menos 30€ que he pagado el primer mes.
Pero resulta que durante ese mes, se han generado unos intereses sobre esos
1.000,00€, del 20% al año, es decir, los 200€ al año de intereses suponen 16,6€
al mes de intereses. Esos intereses se suman al capital pendiente de
devolución, es decir debo 1.000,00€ más 16,6€ de intereses, total: 1016,60€, a lo que le resto los 30€ que he pagado y entonces debo 986,60€.
Es decir, has pagado 30€ pero
solo han descontado poco más de 13€ del crédito.
El segundo mes
Debo 986,60€. De intereses 16,44€ que sumamos a lo que
debo: 1003,04€, pago la cuota mensual de 30,00€. Ahora debo 973,04€. Es
decir, en dos meses he devuelto de capital 13,55€. Ya empieza a resultar
chocante.
Vamos al tercer mes:
Debo 973,04€. De intereses 16,21
que sumamos a lo que debo: 989,25€, pago la cuota mensual de 30,00€. Ahora
debo 959,25€ más los intereses (15,98€) que hace un total de 975,23€. Es decir,
en tres meses he devuelto de capital 24,76€.
Es muy probable que tarde unos 10
años en pagar el crédito que solicité de 1.000,00€ a través de una tarjeta
revolving. Pero no te creas que nos quedamos aquí, no, no, hay mucho más. Vamos
a imaginarnos que cuando nos han pasado a cobro la cuota de 30,00€ resulta que
no había dinero en el banco y entonces nos han cobrado los famosos 30€ de
comisión por descubierto, la cantidad que vamos a adeudar el tercer mes va a
ser de 1005,23€ (975,23€ + 30,00€). Ello sin contar que no nos hemos excedido del crédito de 1000,00€
porque también tenemos en la letra pequeña, que si esto ocurre nos van a cobrar
una comisión (entre 20€ y 30€) y recuerda que tienes que pagar una cuota de
mantenimiento, sumado a todo ello imagino que ya te habrás dado cuenta de que
es imposible terminar de pagar esta deuda y que en realidad no es más que una estafa.
En resumen, si es tu caso no
dudes en interponer la correspondiente reclamación ante la entidad con la que
tienes contratada este tipo de tarjetas. Dicha reclamación tiene que ir basada
en que únicamente se va a proceder a
devolver el capital prestado dado que el cobro de intereses o de comisiones es
totalmente abusivo y por lo tanto procede su nulidad. Tienes que solicitar
todos y cada uno de los extractos bancarios, junto con el contrato.
No importa que ya hayas terminado
de pagar este tipo de crédito, no existe prescripción para este tipo de
reclamaciones, así que comienza a desempolvar papeles y recuperar lo que es
tuyo. Recuerda que ponemos a tu disposición un formulario para que lo presentes
en la entidad y comencemos este camino consistente en: Vamos a reclamar lo que es mío
porque ya está bien de tanto abuso.
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