jueves, 4 de enero de 2018

Tarjetas que dan vueltas


¿Qué son las tarjetas revolving? No creas que es una modalidad nueva que ha salido ahora o que es una tarjeta que lleva incorporada un revólver o algo así, no, no, este tipo de tarjetas son nada más y nada menos que las tarjetas de crédito de toda la vida.

Son esas tarjetas que tienen un límite de crédito, del cual se hace uso. A final de mes se paga una cuota fija (que incluye los correspondientes intereses) o el 50% de lo gastado o conforme hayamos pactado con la entidad que nos ha ofrecido la tarjeta de crédito. Este tipo de tarjetas tienen un pago mínimo establecido en el 3% del crédito solicitado.  Al tiempo que vamos saldando la deuda, el dinero vuelve a estar disponible para poder hacer disposición de él.



¿Dónde está el truco? Los intereses y las comisiones.
Normalmente este tipo de tarjetas llevan unida una letra pequeña que nadie nos explica y que no leemos (porque es ilegible dado el minúsculo tamaño de la misma).
Los intereses son desorbitados y han sido declarados nulos por más de un juzgado, ello conlleva a que si tenemos una Sentencia que nos diga que esos intereses son abusivos y que no proceden, las cantidades que hemos pagado bajo ese concepto, el de intereses, deberá de imputarse al crédito dispuesto. Es decir todo lo que hemos pagado habrá sido en concepto de devolución de capital. Hemos llegado a tener sentencias donde la entidad ha sido la que ha tenido que abonar a nuestros clientes dinero como consecuencia de haber pagado mucho más que el crédito dispuesto.

Unido a ello, nos encontramos con altas comisiones por descubierto, que suele rondar unos 30€ y  también existen muchísimas sentencias que la declaran nula, lo que hace que efectivamente la entidad tengo que imputar todas y cada una de las comisiones que han sido indebidamente cobradas, al crédito dispuesto  y acaba ocurriendo lo mismo que con los intereses, al final la entidad bancaria, termina pagándonos a nosotros por el uso de unos intereses y comisiones abusivas.

Pero no nos quedamos aquí. En este tipo de tarjetas, se suele cobrar un interés distinto según procedas a la realización de compras con tarjeta, disposición de efectivo o transferencias dinerarias. Dependiendo  de la operación que realices te cobran un interés u otro, y esto, no te lo explica nadie cuando procedes a su contratación. Como ya les he dicho se encuentra en la letra minúscula que ni usted ni nadie es capaz de leer, pero estar está.

Los intereses en este tipo de tarjetas suele rondar entre un 20% y un 29%. Pero no es que ese interés ya sea abusivo de por sí, es que además la fórmula de cálculo de eses interés tiene “trampa” y se lo voy a explicar con un ejemplo muy sencillo:

Imaginemos que sacamos un préstamo, normal y corriente, de 1.000€ con un interés al 20% y lo vamos a devolver en un plazo de 12 meses. Al final tendremos que pagar 1.200,00€ (1.000€ de capital + 200€ de intereses).  Al mes, tendremos que pagar 100,00€  (1.200,00€ dividido entre 12 meses).

Ahora imaginemos, que en lugar de hacerlo a través de un préstamo lo hacemos a través de una tarjeta de crédito, una tarjeta revolving, con un crédito de 1.000,00€ (como en el ejemplo anterior) y un interés del 20%.  Aquí, la diferencia es que no tenemos un plazo para devolver ese dinero, no se fija un plazo de 12 meses sino que tenemos la opción de elegir una cuota fija mensual (con un mínimo del 3% de la deuda). Es decir, como mínimo, puedes pagar 30€ al mes que en realidad es un pago muy cómodo ¿no les parece? Cualquier estaría encantado cuando la cantidad a pagar al mes es tan pequeña! 

Pero no nos engañemos,  vamos a sacar números:

El primer mes pagamos esos 30€ de cuota mínima, por lo que se supone que la deuda que tenemos, en el próximo mes será de 970,00€, es decir los 1.000,00€ que he dispuesto menos 30€ que he pagado el primer mes. Pero resulta que durante ese mes, se han generado unos intereses sobre esos 1.000,00€, del 20% al año, es decir, los 200€ al año de intereses suponen 16,6€ al mes de intereses. Esos intereses se suman al capital pendiente de devolución, es decir debo 1.000,00€ más 16,6€ de intereses, total: 1016,60€, a lo que le resto los 30€ que he pagado y entonces debo 986,60€. 
Es decir, has pagado 30€ pero solo han descontado poco más de 13€ del crédito.

El segundo mes
Debo 986,60€.  De intereses 16,44€ que sumamos a lo que debo: 1003,04€, pago la cuota mensual de 30,00€. Ahora debo 973,04€. Es decir, en dos meses he devuelto de capital 13,55€. Ya empieza a resultar chocante. 

Vamos al tercer mes:
Debo 973,04€. De intereses 16,21 que sumamos a lo que debo: 989,25€, pago la cuota mensual de 30,00€. Ahora debo 959,25€ más los intereses (15,98€) que hace un total de 975,23€. Es decir, en tres meses he devuelto de capital 24,76€.

Es muy probable que tarde  unos 10 años en pagar el crédito que solicité de 1.000,00€ a través de una tarjeta revolving. Pero no te creas que nos quedamos aquí, no, no, hay mucho más. Vamos a imaginarnos que cuando nos han pasado a cobro la cuota de 30,00€ resulta que no había dinero en el banco y entonces nos han cobrado los famosos 30€ de comisión por descubierto, la cantidad que vamos a adeudar el tercer mes va a ser de 1005,23€ (975,23€ + 30,00€).  Ello sin contar que no nos hemos excedido del crédito de 1000,00€ porque también tenemos en la letra pequeña, que si esto ocurre nos van a cobrar una comisión (entre 20€ y 30€) y recuerda que tienes que pagar una cuota de mantenimiento, sumado a todo ello imagino que ya te habrás dado cuenta de que es imposible terminar de pagar esta deuda y que en realidad no es más que una estafa. 


En resumen, si es tu caso no dudes en interponer la correspondiente reclamación ante la entidad con la que tienes contratada este tipo de tarjetas. Dicha reclamación tiene que ir basada en que  únicamente se va a proceder a devolver el capital prestado dado que el cobro de intereses o de comisiones es totalmente abusivo y por lo tanto procede su nulidad. Tienes que solicitar todos y cada uno de los extractos bancarios, junto con el contrato.

No importa que ya hayas terminado de pagar este tipo de crédito, no existe prescripción para este tipo de reclamaciones, así que comienza a desempolvar papeles y recuperar lo que es tuyo. Recuerda que ponemos a tu disposición un formulario para que lo presentes en la entidad y comencemos este camino consistente en: Vamos a reclamar lo que es mío porque ya está bien de tanto abuso.








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