Llegan días de “política” en la que todos los grupos quieren
convencernos de sus propuestas. ¿verdad?
No estoy aquí para hablarles de política, ni mucho menos. Ni
me gusta ni creo que llegue a gustarme, por mucho que algunas personas se
empeñen en hacer creer que me dedico a ella.
De lo que les quiero hablar es de
la memoria, de la congruencia y de las personas. Tres términos fundamentales
para elegir a nuestros representantes locales y de los que rara vez se acuerdan
en época como estas.
Hay algo fundamental en el ser humano: siempre tropieza con
la misma piedra.
Quiere cambios, pero no quiere salir de su zona de confort.
Quiere resultados distintos, pero prefiere seguir haciendo las mismas cosas. Se
queja de los resultados, pero no hizo nada por cambiarlos.
La semana pasada me decía una amiga que había votado al
partido político que votaban sus padres toda la vida. ¿por qué? Le pregunté. –
Porque ellos siempre le votaban- me contestó.
¿Qué sentido tenía aquella respuesta? No es razón para que ese partido político nos represente.
Espero que me lea y entienda que desde todo el cariño que sabe que le tengo,
vea el error en el que incurre. Sí, es un error. Es un motivo erróneo.
Tiren ustedes de hemeroteca. Tiren. Ahora es muy sencillo.
Sólo tienen que entrar en internet y busquen qué era lo que hace cuatro años
los grupos políticos ofrecieron. Qué es lo que hicieron cuando entraron al frente
del consistorio. Hagan lo mismo, pero de hace 8 años. Y no sólo de los partidos
que ganaron, háganlo también con los de la coalición.
¿Les suena? ¡Pero si es lo mismo! lo mismo de siempre!
Tendrán que pararse a pensar en los temas que afectan gravemente a los ciudadanos de Elda. Pongamos un ejemplo: el agua. Sólo ocurre en la localidad de
Elda, llevamos así décadas. Da lo mismo el partido que se encuentre al frente
del gobierno. Nadie cambia el asunto. Todos son conocedores de que la forma que
se tiene, en nuestra localidad, de cobrarnos el agua no es nada transparente,
pero todos hacen la vista hacia otro lado. El agua, en Elda, es una sandía muy
codiciada a repartir. Por eso nadie lo cambia. A nadie le ha importado que sus
ciudadanos sean castigados con un bien tan necesario. Hagan el favor. Ya está
bien.
¿Qué pasa con el trabajo? ¿con la industria del calzado? ¿con
cualquier otra industria? Hagan memoria ¿en qué se ha evolucionado? ¿de verdad no les importa? ¿de verdad vamos a
seguir igual? El PRI, ¿Cuántos años llevamos con eso?
Los únicos que podemos cambiar el sistema político somos los
ciudadanos. De nosotros dependen los cambios que necesitamos, pero sin memoria
es imposible.
Congruencia. La Congruencia significa que los actos que uno
realiza son acordes a sus palabras.
Les voy a poner un ejemplo: Hay un grupo político en cuestión,
de izquierdas, en otra localidad, que reivindica el derecho de las aparadoras y de las mujeres. Sin embargo, en un acto que se realizó en una localidad, ese mismo grupo
político vetó a las aparadoras que no se declaraban militantes de ese partido. Es
más, ese grupo que se define como muy defensor de la mujer, no dudó en
criticar, despreciar y hasta, incluso, amenazar a una mujer que no casaba con
sus ideales. Esto quiere decir que en realidad lo que les interesa son votos y
no los problemas reales que sufren las aparadoras, ni las mujeres, por ejemplo.
Eso es una incongruencia.
No hace más despreciable a un grupo político que intentar
ganar votos con tema tan delicado. Época
de elecciones donde muchos quieren sacar rédito político de las situaciones
precarias de sus votantes, que se piensan que somos idiotas, que no nos
enteramos y que las críticas no nos llegan. Que no sabemos quién intenta
boicotear, y luego se presenta como alcaldable, que somos ajenos al tejemaneje
que se realizan tras las sonrisas. ¿Saben por qué? Porque nos tienen por
idiotas. Nos quieren idiotizados.
Pero a lo que voy, eso no significa que ese mismo partido tenga el mismo actuar en nuestra propia localidad. Pues siendo el mismo grupo político, al frente se encuentran otras personas que no tienen porqué ser incongruentes en su hacer. Uno debe de fijarse en las
personas y si un grupo político ha fallado poniendo en su partido a una persona
incongruente deberá de sufrir las consecuencias, y sin un grupo político ha fallado
poniendo como alcaldable a alguien que ha humillado a sus propias ciudadanas,
deberá de sufrir las consecuencias, pero no por ello, ese mismo grupo, en otras
localidades tiene que ser igual.
Entonces ¿qué hacemos? No se dejen engañar por las
apariencias, ni las buenas ni las malas. Fíjense en las personas. Fíjense en lo que transmiten. Fíjense en su
congruencia. Fíjense si en anteriores épocas electorales cumplieron lo que
prometieron. Fíjense si pudiendo hacerlo no lo hicieron y ahora nos vienen
conque lo harán. Insisto, fíjense en las personas que están en ese grupo político. No se fijen en las siglas. Fíjense en la persona, en su carácter, en su hacer diario, de dónde viene.
Hemos evolucionado, se ha terminado el bipartidismo y eso es más real como que me está leyendo. Si a
usted no le importa los problemas de Elda, el PRI, la industria, el IBI, la falta de espacio de cultura, que
nuestros jóvenes se marchen, el agua, que nuestra industria del calzado desaparezca, que
las promesas se queden en eso, en simples promesas, entonces entiendo que le
provoque pereza pararse a pensar en esa congruencia, en tirar de la memoria, y
en observar a las personas y no al partido.
Si no le importa todo eso, entonces
nos merecemos que siempre tengamos lo mismo, pero no se olvide de algo, no es
culpa de quién esté al frente del gobierno local, es culpa suya, que desde la
pereza ya tomó una decisión.
Creo que es el momento de poner a endurecer las heces de
muchos políticos y políticas. Muchos y muchas que hoy se nos presentan con una
gran sonrisa. Por favor les pido, que se paren un poco a pensar, es nuestro
futuro, el de nuestros hijos. Que no nos sigan dando por donde la espalda
pierde su honrado nombre.
Recuerden esta frase, ya se la he puesto en alguna que otra
ocasión, léanla de nuevo, despacio, entiendan y decidan. Salgan a votar con esas tres herramientas: Memoria, congruencia y personas.
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