lunes, 3 de abril de 2023

La suerte

.-¿Qué piensas?

.- En la suerte que tenemos

¿Sabes que tras soberana hostia te sigo queriendo igual? Es que al principio me enfadé mucho. Mucho. Muchísimo. Tanto como tus te quiero. 

Irte sin mí. ¿Cómo se te ocurrió?

¿Tú crees que todo el mundo tiene la suerte de gozar de una amistad como la nuestra? Claro que no, amiga. Como la nuestra no. Poquitas, muy poquitas.

Normal mi enfado. Mucho. Ya lo he dicho.

Qué suerte tuve, tengo y tendré. En eso pienso. Y en ti. 

Aún sigo llorando cuando me despierto Es horrible. Mientras duermo no me doy cuenta de que ya no podremos tomar café. Pero al despertar...al despertar comienza la dosis de realidad. Esa en la que no quiero estar pero tú me obligas. Me obligas a seguir. 

Tremendo guantazo el día que te fuiste y tremendo guantazo cada vez que me despierto. 

Me estoy dejando una pasta en rimmel...y en eyeliner. !ah¡ y en antiojeras, en eso me estoy dejando una auténtica pasta. En pintalabios, ya sabes que no. 

Pero qué suerte tuve por todo lo que hemos vivido juntas.

Qué suerte tengo, por poder seguir rememorando(te). Confío en que el Alzheimer se haga esperar. Crucemos los dedos, pero no te preocupes, tengo un plan por si eso ocurre. Luego te lo cuento, pero tiene que ver en no dejar de escribirte, como en aquella película del diario de Noa. 

Muchas veces, mientras observo el vacío y acabo en  "la nada" (como en La historia interminable")  me imagino ese momento en el que volvamos a vernos. Yo corriendo hacia a ti y gritando tu nombre, invadida de alegría. Tú, con esa sonrisa y con los brazos abiertos. Lo primero que haré será cerrar lo ojos y olerte, por fin, de nuevo. Qué paradójico. Esa combinación de tu piel con aquel perfume. Ese olor tan particular. Esa esencia. 

Y qué abrazo, amiga, qué abrazo tan esperado. De los gordotes. 

Me dirás: !Mira quién está aquí¡ Y en ese preciso instante saldrá "mi gordo", " mi Odin" corriendo hacia a mí, como cuando iba a recogerlo de Gerardo tras un fin de semana de viaje. !Qué digo corriendo, galopando!

De fondo la canción de "suavemente" ¿te acuerdas? Con Reme, allí en la puerta de la cocina, deleitándonos  con ese maravilloso baile. ¡Qué tía!. Aquel día parecíamos croquetas en la playa al tumbarnos. El "croquetismo". Te tumbabas, te croquetizabas y te levantabas, y así un par de veces hasta que nos tronchábamos de risa. Suaveeeeemeeeente...bé - sa - me, que yo quiero sentir tus labios besándome otra vez. 

Y la bailamos, la bailamos juntas. ¿Qué te parece? 

Un re- encuentro maravilloso. La verdad que sí. 


PD. Que no se me olvide la pelota para Odín.

PD2. En tu última felicitación, por mi cumpleaños, que mandaste esta foto. Qué bonito que me guardes tan de lejos (en tiempo) y tan de cerca (en mente). 







No hay comentarios:

Publicar un comentario